martes, febrero 09, 2010

Algo qué aprendí sobre el marketing digital.

En 2004, mi primer empleo fue el de redactor para páginas web. En aquél entonces yo vivía enojado día tras día por no haber conseguido el de redactor para prints, lines, radios y demás medios ATL.




2004, recuerdo, fue un año en el que tener tu “página web” era “necesario”, todo cliente corría a las agencias solicitando su sitio en el ciberespacio, como si eso les garantizara más ventas, como si todo mundo dijera “¡Miren!, Cloralex sacó su página web, vamos a meternos y luego a comprarlo a Wal-Mart”







Sin duda, todos en este negocio crecimos y seguimos creciendo de la mano de la tecnología digital, al menos, los que nos dimos cuenta que acercarse a la gente por estos espacios (no al consumidor, a la gente) era más que tener tu página online. Recuerdo que mis primeros impactos a través de web los tenía por la sección de horóscopos de cornpops.com.mx, cada semana me llegaba un excel con preguntas y comentarios de la gente que quería saber más de su futuro; En serio, me sorprendía mucho, y más porque era yo quien se los inventaba. Pero entonces, me di cuenta de la inmediatez e influencia que una marca puede llegar a tener con el usuario, ahora tenía que buscar la forma de hacerlo mucho más interesante, más allá de los signos zodiacales. ¿La manera? estando al día.







Tras año y medio de redactar sitios para Kellogg’s, conocí por fin el mundo ATL. Sí, hice prints, teles, radios, cine minutos, etc. Me gustó por supuesto, sin embargo era un bicho raro cuando proponía hacer algo en web, como en Messenger o Hi5 (hablamos del 2006, 2007) cuando mucho me decían “bueno Queto, piénsate algo para internet, para llegar con más cosas para el cliente”, como si fuera un simple plus. Pero bueno, mi hambre digital era saciada escribiendo en mi blog o subiendo fotos a MySpace.







Entonces, me dio por experimentar, a unos amigos que fueron nominados a mejor banda independiente en los Premios MTV de 2006, les ofrecí hacerles ruido en internet, tanto de su nominación, como de su álbum que sería reeditado para su venta en MixUp. Así entonces, abrimos el perfil de una “chica groupie” en Hi5, todos, créanme, aceparon su solicitud de amistad. Así, ella daba las noticias de la banda, posteaba su video y por supuesto invitaba a todos al gran after de la banda post premiación (esto se ponía fácil, pues Hi5 ofrecía un muy buen filtro de edades y gustos) Me di cuenta que uno es su propio publicista, internet te da las herramientas, tú como creativo, debes saberlas usar y explotar y por qué no, reinventar.











Luego, viajé para Argentina en el 2007, moría de ganas por aprender de “los grandes”, así que me inscribí a la escuela de creativos Underground, cosa que por supuesto no fue un error, aprendí que en México somos igual o mejores creativos, la diferencia, la visión de nuestros clientes. Con más razón, quería volver y entonces sí, entrar a una agencia digital y crecer en ese medio, hacer algo importante, y por qué no, ser pionero.







Así fue como llegué a Proximity México, la mejor experiencia profesional que he tenido, donde todos por supuesto aprendíamos día con día, donde a todos por igual nos emocionaban los avances digitales. Llegó entonces a mi vida la consolidación del Social Media, de la mano de Facebook y Twitter (2008), proponiendo ideas para conversar con la gente desde la trinchera de un concepto y una idea, no de una marca. No entendía por qué había clientes que aún querían su “página web”, pese a que nos desvivíamos mostrándoles que era mejor lograr una conversación con la gente, que una imposición para sus consumidores.







Creo que a nadie le gusta que lo interrumpan cuando la pasa bien, mucho menos que intervengan en tu vida queriéndote vender algo. ¿Cuántas veces no les cerramos la puerta en la cara a los que nos venden una enciclopedia o un Dios salvador? ¿Entonces por qué creer que le vas a abrir la puerta a una lavadora o a un postre en tu red social? (Y hay casos peores, como cuando una marca quiere ser “tu amigo en Facebook”, santo Dios)







Sobre el marketing digital no es que ya hayan reglas que seguir, sería absurdo, este medio evoluciona cada día, no hay reglas, pero sí estrategias, estrategias cambiantes incluso. Hace poco en Twitter, una agencia francesa, de las más importantes del mundo dijo: “En el futuro las marcas no podrán alcanzar al consumidor, si éste no quiere ser alcanzado por las marcas” y yo le respondí: ¿en el futuro?... Pues según yo, desde que redactaba web en 2004, el consumidor en primera no quiere que le llamen consumidor, en segunda, no se deja alcanzar, se deja seducir, y claro, si es que le gustas y le hablaste bonito desde el principio.







El marketing digital no es del futuro, es de ahora. Yo no tengo, definitivamente, la fórmula para hacer una marca exitosa en medios digitales, pero sí tengo la curiosidad y el hambre por intentarlo, por conocerlo, por dar ideas y crear estrategias. Mientras la tele re orienta su camino y sus posibilidades, yo quiero estar listo en internet para darle la bienvenida, yo quiero conversar y divertirme con la gente, igual como lo hago en Twitter, sólo que a veces, desde una buena idea proporcionada por una marca buena onda.







Por cierto, hoy agradezco que mi primer empleo haya sido de redactor de páginas web, no hay duda que todo pasa por algo.





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